En el gastrobar L’Atrevit trabajamos junto Edu Carulla, un cocinero con bagaje internacional que había decidido emprender dando vida a un proyecto personal: crear un lugar a su medida en su ciudad natal, un lugar en el que pudiera volcar su saber y experiencias.

Teníamos un eslogan claro: “Un pas més en cuina”. Y esto nos llevó a explorar el concepto de “caminar”, de ahí surge el símbolo de la mano en posición de “caminante”. A este símbolo tan particular lo acompañamos de un mundo de colores radicalmente diferentes, con mezcla de mates y brillantes, para representar la manera de construir su cocina. Estos colores también dieron lugar a un espacio lleno de contrastes armónicos y a una marca que refleja el buen hacer del chef, su ilusión y sus ganas de seguir creciendo y experimentando.